Una bujarda
Las
bujardas son construcciones primitivas, hechas con piedras y barro y con forma
circular, preferentemente para animales o personas. Tras un largo camino en
coche por la sierra, nos paramos a la entrada de un campo sin vallar. Tuvimos
que continuar a pie debido a que el terreno no estaba muy bien para que el coche pudiera pasar, entonces tuvimos que
caminar a través del terreno medio kilómetro más o menos, el camino estaba
lleno de obstáculos como hierbajos, arbustos con pinchos y muchas ramas de
árboles que nos entorpecían el camino.
Vista lateral de la bujarda |
En realidad no había una senda visible, porque
el terreno estaba bastante inclinado y tenía muchas piedras, agujeros en la
tierra, socavones y pinchos que sobresalían de algunas hojas de los árboles que
eran muy dolorosos y me he arañado los brazos, además de que al estar tan
alejada del pueblo, hacía muchos años que nadie frecuentaba ese lugar y por eso
el terreno que lo rodea estaba tan mal cuidado.
Durante el camino me he encontrado
con una pequeña zorra, la cual creo que al oírnos debió de asustarse y salió
corriendo, ella debía vivir en la bujarda, porque he supuesto que en la
dirección de la que vinía era de aquel lugar, fue gracias a ella que encontrásemos
la bujarda porque estaba muy escondida entre los árboles.
Puerta e interior de la bujarda |
Fila de piedras y techo de la bujarda |
Al llegar a la bujarda, me la
he encontrado en perfecto estado, no
tenía ninguna pared caída, la puerta de entrada era muy pequeña y alargada y
como no cabía por ella y me daba un poco de asco entrar no entré, pero pude ver
que en el interior de la bujarda había unos cuantos agujeros en el suelo, por donde supongo que
salió la zorra. Alrededor de la bujarda
había una fila ancha de piedras a modo de rampa que llevaban hasta el techo el
cual no tenía una falsa cúpula, es decir, el cerramiento de un espacio
circular haciendo que el diámetro de las sucesivas filas sea cada vez menor,
con lo cual gracias a su aproximación se produce el cierre del conjunto. A una
determinada altura del muro, en algunos casos a partir del dintel de la puerta,
y en otros a partir del voladizo, este se va cerrando hasta conseguir una falsa
cúpula. En
el techo había una pequeña piedra, que
supongo que sería para que cuando se hiciesen hogueras dentro, el aire pudiera
salir por ahí. Las bujardas mantenían muy bien el calor puesto que al ser
circulares y no tener nada más que una salida, la temperatura se mantenía en el
invierno y también en verano.
Puerta de la bujarda |
Junto a la bujarda |
Lateral sin bancos adosados |
Vista trasera de la bujarda |
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